Utilizando moldes de silicona y resinas de poliuretano (PU), es posible obtener piezas con una calidad muy cercana a la de producción mediante la fundición al vacío. El utillaje suele estar hecho de silicona, que es muy económica en comparación con un molde de inyección de acero. Existe una amplia gama de materiales y también es posible fabricar piezas sobremoldeadas. La fundición al vacío solo es realmente competitiva para series de producción pequeñas, de menos de 100 piezas, o para piezas de mayor tamaño, donde los costes de utillaje serían elevados.
Gracias a la menor inversión inicial en herramientas, la fundición al vacío permite probar diversos diseños antes de decidirse por la versión final. Entre las ventajas sobre la impresión 3D se incluyen mejores y más variadas opciones de acabados superficiales, una mayor variedad de materiales y la posibilidad de colorear las piezas sin necesidad de pintarlas.
La fundición al vacío también puede producir piezas similares al caucho que ofrecen más durabilidad que las alternativas impresas en 3D.
La fundición al vacío es una opción rápida para volúmenes bajos de piezas, pero debido a la mano de obra involucrada, si el número de piezas comienza a superar las 50 piezas, el costo y el tiempo de entrega también comenzarán a aumentar.