Bajo la acción del tornillo, el plástico granular almacenado en la tolva se mueve continuamente a lo largo de la ranura. Debido al efecto combinado del calentamiento externo y el cizallamiento del tornillo, el plástico se ablanda continuamente y finalmente alcanza un estado viscoso fundido. Al mismo tiempo, la fuerza de la masa fundida en la cabeza del tornillo lo empuja hacia atrás. Al variar la contrapresión del tornillo (resistencia al retorno del aceite de trabajo) para ajustar la velocidad de retracción del tornillo y modificar el flujo de plástico en la ranura, se logra controlar el rendimiento de plastificación del plástico.